Lo mejor de la época estival es que puedes recuperar juegos que salieron cuando estabas de vacaciones y probarlos con tranquilidad. Ese es el caso de Doodle Hex, un pasatiempo ‘made in Spain’ especialmente concebido para
El juego nos traslada a una escuela de magia, como si se tratara de una aventura de Harry Potter. En vez de jugar a las chapas, los alumnos deciden competir en un torneo de runas para lo que tendremos que dibujarlas en nuestra pantalla táctil. Naturalmente, ganarán las más poderosas con la posibilidad de combinarlas para despedazar a las de nuestros enemigos. Esta sencilla idea no podía ser más adictiva ya que tendremos que ponernos las pilas para tratar de vencer en las dos rondas correspondientes dejando la barra de energía de nuestro contrincante a cero. Vamos, como sucede en todo arcade de lucha que se precie y, lo mejor de todo, en tiempo real y sin turnos.
Además del tipo de runas, también cobra importancia el color que tengan. Las verdes causan un daño mínimo, las rojas son más virulentas, las azules sirven para provocar el caos en el rival y las amarillas sirven para poder defenderte. El juego también nos permite guardar una runa para utilizarla en el momento más adecuado del combate y custodiada por la mascota correspondiente a los 12 personajes distintos de los que consta Doodle Hex. Vamos, ideas típicamente niponas para un título, que, recordémoslo, está hecho en nuestras fronteras. De esta forma, pasaremos combates hasta acabar el juego en modo historia, desafío con 15 o 20 niveles o, aquí es su verdadero punto fuerte, arcade compitiendo con nuestros amigos.
Respecto a su aspecto visual, el juego cumple, sin más. Tenemos gráficos 2-D muy coloristas de los personajes y las batallas se suceden adornadas con animaciones de combate. Eso sí, las canciones del juego son realmente buenas y nos meten de lleno en la batalla. En resumen, Doodle Hex es una compra de lo más recomendable por su originalidad y adictivo funcionamiento. Un buen ejemplo de que los programadores españoles tienen mucho que decir en la industria de los videojuegos. Esperemos que algún día surja una nueva edad de oro del software patrio como la que vivimos en los tiempos de las máquinas de 8 y 16 bits. Desde luego, las portátiles pueden ser unos excelentes campos de cultivo para ello.