Todos los días se aprende algo. Desconocía la existencia de la GT Academy 2010, un centro de enseñanza estilo Operación Triunfo integrado por los mejores jugadores del Gran Turismo. Su objetivo es facilitarles el salto de las carreras virtuales a las de verdad. Así, como suena. Dos finalistas, Jordan Tresson de Francia y el italiano Luca Lorenzini, pilotaban el sábado un 370Z en el Britcar Production Series. Son los supervivientes de un evento que atrajo a más de 1,2 millones de competidores de 17 países. La prueba definitiva será una sesión cara a cara en Silverstone a finales de esta semana y el premio para el ganador es una carrera completamente patrocinada de la Copa European GT4 esta temporada por gentileza de Sony y Nissan . El concurso está siendo supervisado por el popular creador de la saga automovilística, Kazunori Yamauchi en un intento por demostrar que más que un simple juego de coches su creación es un auténtico simulador virtual que puede producir pilotos de verdad, algo que, con todos los respetos, no me creo por motivos tan obvios que no merece la pena explicarlos. Pero bueno, el marketing de la multinacional nipona parece no tener límites, aunque no recomiendo a ningún especialista de este juego repetir sus hazañas consoleras en la vida real. En este caso, no creo que estos dos pilotos virtuales tengan mucho éxito frente a un volante de verdad, pero cosas más raras han pasado. A estas alturas de la película, no descarto nada y si uno puede aprender a volar utilizando un ordenador, puede que tengamos a un Schumacher en ciernes. Eso sí, ganar carreras es otra cosa. Por muchas horas que pases al frente del GT.