Es un auténtico placer comentar una noticia sobre videojuegos relacionada con Bilbao, algo, por desgracia, nada común. Resulta que AlhóndigaBilbao va a organizar el primer Festival Internacional de Videojuegos, que tendrá lugar del 21 de agosto al 26 de septiembre. Así, como suena. Y, para celebrar tan magno evento, nada mejor que poner en marcha un concurso que premie las producciones más originales, creativas e innovadoras que muestren un carácter lúdico y educativo.‘Hó PLAY’, el nombre oficial del certamen y del evento, premiará a las mejores creaciones de empresas relacionadas con un sector que en España todavía se encuentra en mantillas si nos comparamos con el resto de Europa. Eso sí, no se admitirán productos que inciten a la violencia o a cualquier tipo de discriminación. Vamos, que sólo podrán acudir al certamen los políticamente correctos. Más curiosa me parece la posibilidad de que puedan presentarse trabajos que no estén totalmente terminados. Con tener al menos una fase jugable, bastaría. Quizás sea una decisión necesaria para una industria de “mínimos” como es la que tenemos actualmente en nuestras fronteras.
Como es lógico, entrarán en liza, antes del 31 de julio, las obras destinadas a PC, consolas o teléfonos móviles que podrán optar a los 6.000 euros con los que se premiarán cada una de las seis categorías de las que consta el certamen como mejor idea original o mejor música. Menos da una piedra… En todo caso, me parece encomiable que las instituciones públicas y privadas apoyen a un sector hasta hace nada denostado por gran parte de la opinión pública debido a que, con el paso de los años, han ido desapareciendo los estigmas que siempre se les han acompañado. Casi todos. Hoy en día, todavía tenemos que aguantar críticas totalmente infundadas como que los videojuegos incitan a la violencia a los más jóvenes o que provocan una especie de autismo social. Una mala prensa que no tiene ni el cine ni la música, por cierto, y a las que se les pueden achacar los mismos “pecados” que a los divertimentos cibernéticos. Por eso, es de agradecer que surjan festivales que se dediquen a difundir el que muchos consideran octavo arte. Vamos, como si se tratara de un certamen de música o de cine. Y es que son necesarios muchos más escaparates para mostrar a todo el mundo, sea aficionado a los videojuegos o no, toda la creatividad que se esconde detrás de cada juego. Y si este tipo de eventos son en Bilbao, pues mucho mejor.