Ése era el irónico título de un disco de Supertramp que salió a la luz cuando una brutal crisis económica en la década de los 70 dejaba a miles de trabajadores en la calle. Casi como ahora. Pero eso no importaba porque en la fotografía de la portada un joven trataba de ponerse moreno, en bañador y cómodamente sentado en su tumbona,en medio de un paisaje postindustrial. Una forma como cualquier otra de apuntarse al viejo lema de a mal tiempo, buena cara. Todo esto me viene a la cabeza cuando leo los lamentos de la industria de los videojuegos quejándose del espectacular descenso de sus beneficios. Y es que el sector recaudó 1.200 millones de euros en 2009, un 16% menos que elaño pasado. ¿Y cual es la explicación según la Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento (Adese ). de esta bajada? La crisis y la piratería. Pues claro, que tonto, como no se me había ocurrido antes…
Vayamos por partes. Adese asegura que la piratería está batiendo todos los récords. Un estudio de la Asociación de Software de Entretenimiento (ESA, en sus siglas en inglés), que estudia el mercado a nivel mundial, estima que en el último semestre del año pasado se realizaron un millón de descargas ilegales al mes. Una brutalidad, eso es cierto. Por eso, la asociación pide a las Cortes que apruebe cuanto antes la‘ley Sinde’ para atajar este problema de una vez por todas que afecta sobre todo a las plataformas portátiles. No obstante, no deja de ser curioso que al mismo tiempo sean estas consolas, “fácilmente pirateables”, las que lideren las listas de superventas. Claro que esta aparente contradicción se explica perfectamente si se tiene en cuenta un pequeño detalle que Adese parece pasar por alto: el precio de los videojuegos.
Y volvemos de nuevo al viejo debate sobre una industria que pone a la venta productos a unos precios abusivos y más en estos tiempos de crisis. ¿Quién en su sano juicio puede comprar cada dos por tres un título por unos 60 o 70 euros? Muy pocos, la verdad. Todo esto repercute y mucho en las ventas globales. Y eso teniendo en cuenta que los videojuegos siguen siendo la primera opción entre los españoles para su ocio. Copan el 53% del mercado, frente al 29% del cine, el 10% de las películas en DVD o el 8% de la música. A estas alturas de la película, sabemos que los precios que más se venden son los más baratos. Y aquí, los de la DS son los reyes. Después están los de la Wii, la consola de sobremesa con los juegos más económicos, y tras ellos el resto de plataformas. Ahora bien, también hay que fijarse en el auge que están teniendo los juegos de segunda mano ante la imposibilidad de la mayoría de los usuarios de comprarse títulos nuevecitos.La pela es la pela. Y mientras esta situación se alarga en el tiempo, los usuarios de a pie tenemos que aguantar las lágrimas de cocodrilo de una industria que sigue empeñada en que los juegos valgan su peso en oro. Lamentable.