Ya era hora. Sony ha dado por fin su brazo a torcer y todos los rumores de los últimos meses sobre una PS3 ‘Slim’ se han cumplido. Lógico. Las ventas de la consola no iban nada bien. De hecho, las desarrolladoras más importantes habían dado un ultimátum a la multinacional nipona para que rebajara los precios de la negra, ya que no estaban dispuestas a seguir produciendo más juegos para “cuatro” usuarios mal contados. En ese sentido, el tremendo empuje de Microsoft con su Xbox 360 y Nintendo con su Wii, mucho más asequibles para los bolsillos en plena crisis económica, ha provocado esta decisión, dada a conocer durante la reciente celebración de la feria GamesCom de Colonia. La pregunta que me asalta ahora es si esta rebaja no llega demasiado tarde una vez que sus rivales han logrado colocar sus máquinas en los hogares de medio mundo. Está claro que nos encontramos ante un golpe de efecto de cara a la siempre suculenta campaña de Navidad, pero no nos engañemos. No creo que un usuario de la plataforma de la compañía de Richmond se gaste 300 euros en otra consola para hacerse con un puñado de juegos exclusivos. Quizás, aquellos propietarios de un televisor Full HD que quieran hacerse con un reproductor Blu-ray miren ahora con nuevos ojos a la nueva versión de la negra, aunque, reconozcámoslo, ya hay en el mercado vídeos de alta definición en este formato por menos dinero.
En cualquier caso, nadie podrá decir ahora que
El caso es que ahora le toca a Microsoft mover ficha. De hecho, se rumorea que la empresa fundada por Bill Gates podría estar preparando un nuevo modelo de su consola más famosa para abaratar costes y así hacer frente al lanzamiento estrella de su principal competidora. De todas formas, el objetivo de la multinacional norteamericana ya se ha cumplido con creces. Afianzarse como una de las principales plataformas lúdicas con un futuro realmente esperanzador como centro multimedia para la familia. Y todo ello sin necesidad de incluir de serie un reproductor de vídeo en alta definición, como hizo Sony y que tantos quebraderos de cabeza le ha dado. De hecho, si desde el primer momento hubiera apostado por las descargas online, como sí hizo Apple con su iPhone, otro gallo le hubiera cantado. Respecto a Nintendo, también se espera una versión actualizada de la blanca con una mejora de su capacidad gráfica para tratar de captar a los usuarios más exigentes sin renunciar a su innovadora forma de entender los videojuegos. Veremos lo que sucede, pero el próximo año nos puede deparar muchas sorpresas en este aspecto. En cualquier caso, han pasado cuatro años desde el desembarco de las consolas de última generación y cada una, jugando con sus propias bazas, ha logrado mantener las espadas en todo lo alto. Lo que no es poco en los tiempos que corren.