La web de The Independent da la noticia de la muerte de Malcolm McLaren, el mánager manipulador, maquiavélico y chanchullero que, en cierto modo, inventó el punk británico: la tienda de ropa que compartía con Vivienne Westwood fue el germen de todo y él mismo reclutó a los Sex Pistols, en un intento de aprovechar rápido las estrategias que había aprendido en Estados Unidos de los New York Dolls, Richard Hell y los Ramones (me copio de aquí, por cierto). Ha fallecido con 64 años, de un cáncer que arrastraba hace tiempo, aunque su web oficial sigue diciendo “Malcolm volverá dentro de poco”.
Lo lógico sería recordarle con algún himno de los Pistols, pero si algo hemos aprendido del punk es a llevar la contraria, ¿no? Así que optaremos por una de esas extrañas grabaciones que firmó el propio McLaren en los 80 y los 90, donde mezclaba electrónica, ópera, hip hop, folk y lo que se le pusiese a mano. Por ejemplo, su versión ochenterísima de Madame Butterfly, que seguro que molesta más a los aficionados a la ópera que el Anarchy In The UK.