Es atípico el perfil de Model/Actriz, partiendo de ese nombre bilingüe (que por estos pagos nos recuerda inevitablemente al Mocatriz de Ojete Calor) y pasando por una discografía que arranca en 2016 y, qué cosas, todavía no ha pasado por el rito iniciático del álbum de debut (que, ciertamente, con los usos contemporáneos de consumo musical cada vez parece más superfluo). El cuarteto, originario de Boston y afincado en el barrio neoyorquino de Brooklyn, todavía mantiene un nivel de popularidad más bien discreto a pesar de haber sido saludado por publicaciones importantes como una de las bandas emergentes más sólidas de Estados Unidos. Y su música tiene también cierto componente raro, que los emparenta con exitosas corrientes del rock actual (es, al fin y al cabo, una especie de dance-punk, de esos que se pueden disfrutar igual pensando que bailando), pero a la vez tengo la sensación de que se aparta de la corriente principal para explorar cierta periferia menos complaciente, más abrupta, más incómoda y ruidosa.

Parece claro que a Model/Actriz les gustan las palabras de origen castellano, porque ahí está su nombre y ya tenían otro tema titulado Matador. El mes pasado lanzaron Mosquito, del que también existe un remix a cargo del DJ malasio-chino Tzusing y que, al parecer, llevaba mucho tiempo siendo una baza infalible de sus directos. Me lo imagino, porque tiene que funcionar genial en vivo ese tono acuciante y esas bases que parecen un híbrido amenazador entre guitarra y percusión. «Con un número de víctimas más alto que el de un mosquito», insiste el carismático vocalista Cole Haden en una canción que, esta vez parece que sí, sirve de adelanto a su primer disco grande. Por cierto que a mí, no sé si por sonido o por estética, también me hacen acordarme de nuestros Vulk.