Queridos Reyes Magos. Este año he sido bueno, aún mejor que el anterior, porque la vida cada vez le deja a uno menos tiempo para portarse mal. Vale, he asistido a algunos conciertos un poquito satánicos -anteanoche mismo, en Basauri, el batería de Adrift formó varias veces la cruz invertida con sus baquetas-, pero sabéis muy bien que todo es de broma, que el heavy no es violencia y que el black metal es un género de chicos bien educados y capaces de declinar en latín, así que no podéis negarme el regalo que os voy a pedir este año: se titula Libro de pasatiempos del heavy metal, lo ha publicado la editorial canadiense ECW y me proporcionará horas y horas de diversión a salvo de las tretas del Maligno. Trae dibujos para colorear (de Metallica, de Danzig…), sopas de letras con nombres de grupos de heavy pelucón, un juego de formar palabras con las letras de Yngwie Malmsteen (bufff, qué difícil, la más larga que se me ocurre es senilmente, aunque seguro que el anagramático compañero Galante lo puede mejorar), un une los puntos de la perilla de Dimebag Darrell, un sudoku luciferino donde todos los números son seises… Ya sé que a vosotros, a pesar de las barbas y las melenas, no os va mucho esto del metal, pero yo creo que se trata de un volumen tan edificante como las otras obras del autor, el Libro de colorear del gangsta rap y el Libro de unir puntos del indie rock, donde al acabar los pasatiempos aparecen espléndidas figuras como la de Frank Black. No me falléis, que os lo he pedido con tiempo suficiente para que me lo traigáis en camello por el estrecho de Bering. Espero noticias vuestras escuchando lo nuevo de Mütiilation.