Toda la música se puede juzgar según sus efectos: por muy interesante que resulte una composición desde el punto de vista teórico, por mucha satisfacción intelectual que pueda llegar a producirnos, lo que acabamos buscando en las canciones es que nos arrebaten de algún modo. Esto resulta particularmente importante en estilos como el krautrock más motórico (con perdón por la expresioncita) o la psicodelia, que de hecho aspiran a causar un efecto muy concreto en el oyente: se trata de música inmersiva, que de alguna manera pretende controlar los sentidos, soltar las amarras de la conciencia de su entorno físico y llevársela de viaje hacia el infinito. Pues bien, en mi caso, este tema del trío mexicano Mint Field logra ese propósito de manera sobresaliente, hasta tal punto que acabo sintiendo que solo dure algo menos de seis minutos y no algo más de veinte.
Mint Field proceden de Tijuana y, hasta hace poco, eran un dúo formado por la vocalista y guitarrista Estrella Sánchez y la batería y teclista Amor Amezcua, aunque ahora han completado la formación con el bajista Sebastián Neyra. Ella se queda abre su nuevo EP de manera deslumbrante, con una suma modélica de tensión y propulsión en la que la voz es un instrumento más. El título, por cierto, se refiere a «la Madre Naturaleza», según ha explicado el propio trío en una entrevista con Louder: «Trata sobre lo descuidados que somos con ella, cómo estamos acabando con todo lo que nos rodea, lo rápido que lo estamos consumiendo todo sin pensar en ello. Nosotros nos marcharemos, pero ella se quedará, y tenemos una responsabilidad acerca de eso».