La inclusión, o introducción, o como se diga de Lou Reed en el Rock And Roll Hall Of Fame (con eso de hall, yo me lo imagino como un recibidor de abuela repleto de retratitos enmarcados) ha dado pie para recordar su figura y hablar un poco sobre él. Su hermana Merrill, por ejemplo, ha escrito una semblanza con la que pretende corregir algunos errores y enderezar algunos mitos sobre la infancia y juventud del difunto Lou: en particular, se refiere al tratamiento de electroshock que, según se ha publicado más de una vez, buscaba corregir sus tendencias homosexuales. «Mis padres eran muchas cosas, pero no eran homófobos», descarta Merrill, que en su repaso de aquellos años plantea una explosiva mezcla de chaval problemático y depresivo, familia «ansiosa y controladora» y aliño de drogas y rock and roll.
Pero lo más curioso de este protagonismo póstumo del músico neoyorquino ha sido que, en fin, nos ha permitido saber cuál cree David Bowie que es la obra maestra de Lou Reed. Y no, no se ha inclinado por las desoladoras profundidades del alma de Berlin, ni tampoco por el glam callejero de Transformer, en el que algo tuvo que ver él mismo. A Bowie, el que le parece un disco redondo y una pasada de verdad es Lulu, el disco que firmaron a medias Lou Reed y Metallica, que dio lugar a algunas de las críticas más brutales de la historia del rock. Lo ha contado Laurie Anderson, la viuda: «Después de la muerte de Lou, David Bowie me dijo: ‘Escucha, este es el trabajo más grande de Lou, esta es su obra maestra. Espera y verás, va a ser como Berlin, hará falta un poco de tiempo para que todo el mundo se ponga al día’». La propia Laurie, que en su momento no apreció mucho este singular trabajo, lo contempla ahora como un momento crucial y morrocotudo: «He estado leyendo las letras y es tan feroz… Está escrito por un hombre que entendía el miedo y la rabia y el veneno y el temor y la venganza y el amor. Y es rabioso. Cualquiera que haya escuchado a Lou cantar Junior Dad nunca olvidará la experiencia de esa canción, arrancada de la Biblia. Esto era rock and roll llevado a niveles enteramente nuevos». ¿A alguien le apetece emprender la reevaluación de Loutallica? Seguro que algunos estarían más dispuestos a probar lo del electroshock, pero, por si acaso, ahí les va…