Este año, habrá en Eurovisión dos nombres inesperados. Bueno, el primero a lo mejor no lo es tanto, porque una carrera con éxitos lejanos y sin éxitos recientes suele ser una buena antesala para el festival, y la verdad es que la entrañable Bonnie Tyler lleva tiempo convertida en carne de emisora de oldies. La galesa llevará su voz de alta graduación a la ciudad sueca de Malmö, sede del certamen este año, y ha prometido «darlo todo» para quedar en buen lugar. Los británicos, qué ingenuos, parecen obstinados en que Eurovisión tiene algo que ver con elegir a intérpretes de verdad y encargar las canciones a autores de renombre. En esta ocasión, presentarán Believe In Me, compuesta por Desmond Child: a lo mejor no les suena este señor, pero su firma aparece sola o acompañada en muchas canciones que ustedes conocen, de gente como Kiss (I Was Made For Lovin’ You, por ejemplo), Bon Jovi (Bad Medicine, Keep The Faith…), Alice Cooper (Poison…), Aerosmith (Crazy…), Robbie Williams (Old Before I Die…), Ricky Martin (Livin’ La Vida Loca…) y tropecientos mil más. Un saltito con vídeo incrustado y seguimos debajo…
Mucho más insólito resulta el recién creado vínculo entre Eurovisión y… Tony Iommi. Lo repetiré, ¡Eurovisión y Tony Iommi! Efectivamente, el guitarrista de Black Sabbath, el hombre de las cruces en el pecho y en el mástil, ha compuesto la canción con la que Armenia competirá en las semifinales. La relación de Iommi con el país del este viene de largo, porque ya se dedicó a recaudar fondos tras el terremoto de 1988, pero hasta él mismo dudó cuando le pidieron una canción destinada al festival. «Al principio dije ‘Dios mío, no sé’. Me parecía muy raro pensar en mí haciendo una canción de Eurovisión. Normalmente no hago esas cosas. Pero me dije: ‘Tengo una balada, la mandaré’. Yo siempre he dicho ‘oh, no, Eurovisión’ y ahora aquí estoy». El tema se titula Lonely Planet, lo interpretará el grupo Dorians (que también ha escrito la letra) y, en fin, no es precisamente Paranoid.