El azar es un tipo puñetero y ha elegido como primera canción recalentada esta suite de casi veinte minutos que cierra el álbum compartido por los grupos estadounidenses Locrian y Mamiffer, tal vez lo menos veraniego y vacacional que uno se puede echar al oído. Y con compartido quiero decir que hacen las canciones todos juntos, no que se repartan el espacio. Locrian son un trío «procedente de los sótanos del black metal experimental», uno de esos nombres que difuminan las fronteras del género hasta lograr que no se parezca a sí mismo, mientras que el dúo Mamiffer se especializa en paisajes melancólicos dibujados con el piano. Este largo corte, que se debe afrontar con cierta paciencia, comienza muy Mamiffer y acaba muy Locrian.