The Cars siempre fueron un grupo un poco despreciado, de ésos cuyos méritos se reconocen en voz baja. Hacían canciones incontestables, pero la crítica de barbilla alzada nunca les perdonó que sonasen tan comerciales ni que arrasasen de forma masiva en Estados Unidos. En España, las teles se hartaron a programar sus vídeos, siempre resultones, pero tengo la impresión de que nunca llegaron a vender mucho. Por supuesto, les recomiendo que echen mano de cualquier recopilatorio (sí, es uno de esos grupos que hicieron su mejor álbum al reunir sus singles) o que al menos curioseen en este blog, pero lo que quería contarles es que los Cars acaban de protagonizar una semirreunión: vamos, que con dos piezas del coche original y otras pocas recogidas de algún desguace se han fabricado The New Cars. Como lo oyen.

El vocalista y líder, aquel espagueti con gafas llamado Ric Ocasek, ha pasado de la reunión porque, al fin y al cabo, sus discos en solitario ya suenan a los Cars. El batería, David Robinson, tampoco estaba por la labor, y el bajista, Benjamin Orr, murió de cáncer hace unos cuantos años. Así que los dos restantes, el guitarrista Elliot Easton y el teclista Greg Hawkes, se han tuneado un grupo nuevo con la colaboración estelar del reputadísimo Todd Rundgren en el papel de Ocasek, al que imita que da gusto. La cosa, claro, coincide con cierta reivindicación del sonido del grupo, porque yo no soy el único a quien el 12:51 de los Strokes le sonó clavadito a los Cars, ¿verdad? En fin, la maniobra me parece un poco indignante, una auténtica vergüenza, incluso una asquerosidad, pero les confieso que me encantaría verlos en directo.