>

Blogs

Evadidos

Canción de la semana: ‘Ezpata’

 

El viernes pasado fui a la fiesta con la que el sello Forbidden Colours celebraba sus diez años y, a la vez, se despedía de este mundo. Y fue un concierto extraordinario, en el que los artistas del sello se fueron sucediendo, combinando (y, al final, juntando a mogollón) sobre el escenario para definir un territorio singular y valioso, que aúna lo ancestral y la vanguardia, lo preciosista y las benditas vías de escape a base de ritmo y ruido. Allí sonó desde la nyckelharpa de Xabier Zeberio (ese hermoso instrumento que también suelen tocar Sangre de Muérdago o Myrkur) hasta pasajes de baile electrónico o de un post-punk cercano al noise rock, todo primorosamente organizado, con buen rollo y fluidez casi coreográfica.

Para mí la cosa tenía mucho de descubrimiento, porque solo conocía (y no a fondo) a unos pocos de los oficiantes: Empty Files, Amorante, Mice, Galder y Joseba B Lenoir, fundamentalmente. Y, aunque lo más destacable del concierto fue precisamente el impactante efecto de conjunto, hubo una contribución que me despertó especial interés: el cantautor Ekhi Lambert interpretó un tema frágil y misterioso, acompañándose a la acústica y arropado por bellos arreglos de cuerda, y después sumó certeros aportes de guitarra eléctrica a algunas canciones de otros. Reconozco que tuve que investigar en internet quién diablos era ese tipo espigado y barbudo, con acento de Iparralde y aire de salir directamente de la psicodelia folk de los últimos 60 o los primeros 70. Total, que llevo toda la semana enganchado a Inbasioak, su segundo álbum, publicado por Forbidden Colours en marzo de este año: me parece una maravilla de ambición inusual y bien entendida (casi treinta músicos, con las cuerdas de Oiasso Kamerata y también gaita, vibráfono o arpa, por ejemplo), en la que el artista va explorando paisajes brumosos, delicados, sugerentes… Tiene un punto tradicional, como un corazón boscoso en sintonía con la portada, pero a la vez suena tremendamente personal y ajeno a nuestro legado folk (yo me he acordado a veces de Scott Walker, por ejemplo, y ojo a los teclados ochenteros de esta canción). Eso sí, entre mi limitado conocimiento del euskera, el uso del hika y el léxico de Iparralde, me ha costado Dios y ayuda orientarme en la letra de Ezpata (que se puede consultar aquí). «Si tienes alguna pena, / viejo amigo, / debajo de la rosa / te traigo una espada», entiendo que dice.

Ah, me encanta cómo enlaza con esta otra canción de la semana, que me sugiere sensaciones similares y también me tuvo empeñado en tareas de traducción.

 

Por Carlos Benito

Sobre el autor

Periodista de El Correo. Nací en Logroño, estudié en Pamplona, vivo y trabajo en Bilbao.


septiembre 2024
MTWTFSS
      1
2345678
9101112131415
16171819202122
23242526272829
30