Veo que Heavy Metal publicaron su primer álbum allá por 2006 y ya llevan cinco (resulta fácil llevar la cuenta, porque se titulan LP, LP 2, LP 3, LP 4 y LP 5, aunque suelen añadirles una especie de subtítulos que hacen más fácil la tarea de distinguirlos), pero el caso es que yo no recuerdo haber tenido ningún contacto con ellos hasta finales del año pasado, cuando me quedé boquiabierto al escuchar su LP 4. Será cosa de mi alarmante desconexión con el mundo, será quizá que ese bautismo que tanto desorienta y tanto complica localizarlos en internet los ha dejado fuera de mi radar, yo qué sé. Pero me parece triste, porque se trata de una banda deslumbrante y peculiarísima, uno de esos contados casos en los que unos tipos parecen funcionar al margen de todo, sin ningún condicionante en materia de estilo, planteamiento ni ambiciones. Y entre las muchas convenciones que desdeñan está la de publicitarse, desde luego: poco sé de ellos aparte de que tienen su base en Berlín, aunque están encabezados por un británico (Jasper Hood) y un australiano (Itchy Bugger), y ni siquiera encuentro una miserable foto con la que ilustrar este post, así que arriba cuelo el camión chatarrero con el que encabezan su perfil de Bandcamp.
Nuestra canción de la semana es la que abre el mencionado LP 4, subtitulado Counter Electrode – Iron Mono, que se publicó en 2019 en casete pero ahora va a ser reeditado en lujoso vinilo doble por el sello Total Punk. La nota de prensa alude a sus «canciones sobre el suicidio, el trabajo que nos lleva lentamente hasta la muerte, la enfermedad mental, el golf y la manera correcta de comer un helado de cucurucho». Total Punk publicó también en 2021 su álbum más reciente, el LP 5, que se subtitula Live At The Gas Station pero no es un directo, del mismo modo que Heavy Metal no parecen acercarse en ningún momento al heavy metal, y se abre con un tema titulado Motorhead que no tiene nada que ver con Motörhead ni con su canción homónima. ¿Cómo suenan entonces estos tipos a los que tanto les complace despistar? Pues podríamos llamar a lo suyo krautpunk, entendiendo la alemanidad no en términos geográficos sino como una apertura radical de miras que te puede llevar al funk cósmico, al rock and roll mutante, al rap marciano o a lo que sea. Como unos CAN modificados genéticamente con ADN punk. Pero mejor que cualquier descripción es escucharlos: este Savagely Beaten By Funk es el primer corte del disco, así que no hay más que dejar que vayan sonando los otros veintitrés.