Esto de elegir una canción cada semana, sin repetir nunca artista, se ha convertido en una sana autodisciplina que me obliga a profundizar un poco en músicas que me gustan. Un buen ejemplo es el de Jeanines, el dúo neoyorquino que nos ocupa hoy. Ya me cautivó su álbum de debut, del año pasado, y no lo traje por aquí porque lo descubrí un poco tarde y a veces me da por mantener ese capricho de la actualidad (miren, el blog hermano Velvety sí estuvo atento). Jeanines, el disco, era un artefacto de dieciséis canciones en veinticinco minutos que te hacía retroceder automáticamente a aquel agridulce jangle pop de los 80 británicos, a la vez fresco y melancólico. Y aquí tengo que ser sincero: a mí, muchas veces, ese estilo me deja indiferente, me parece una repetición vacía de esquemas facilones, pero Jeanines me deslumbraron de inmediato con aquellas poderosísimas píldoras melódicas que se solían interrumpir alrededor del minuto y te dejaban con ganas de más. ¡Me encantan las canciones pop de un minuto!
El caso es que, como no escribí sobre ellos, tampoco me molesté mucho en indagar. Pero ahora acaban de editar un EP de cuatro canciones, al que pertenece esta Things Are Gonna Change, y al consultar artículos y notas de prensa algo en mí ha hecho click: resulta que el chico del dúo es Jedediah (Jed) Smith, que hace tres años me volvió muy loco con su proyecto Mick Trouble, una maravillosa recuperación del estilo de los primeros Television Personalities que se promocionó como si fuese una joya olvidada de la época. Creo que aquel disquito se ha convertido en mi EP preferido de los últimos cinco o diez años y me sigue dejando con la boca abierta cada vez que lo escucho, porque las canciones son tan rematadamente buenas que se imponen al ejercicio de nostalgia. En Jeanines, Jed aporta su respaldo multiinstrumental a las canciones de la vocalista y guitarrista Alicia Jeanine, con referentes como The Velvet Underground, The Shop Assistants, los propios Television Personalities o Veronica Falls, y juntos logran de nuevo la magia de insuflar vida nueva a estilos ya añejos. ¿Cómo lo hacen? Pues de nuevo gracias a canciones tan brillantes como esta, que en teoría dura un minuto y catorce segundos pero en realidad obliga a repetir en bucle, hasta saciarse.
Y recuerden, las cosas van a cambiar.