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Evadidos

Cinco de 2011

 

No se pueden imaginar las vueltas que le doy a mi miserable selección de cinco discos del año que termina: teniendo en cuenta que he escuchado una minimísima parte de lo que se edita, no quiero ni pensar la tortura que han de afrontar esas gentes capaces de destacar un álbum o dos al día, que llegarán a estas fechas con una carpeta de cuatrocientos, setecientos o quién sabe cuántos discos nuevos. En fin, me temo que este año mi lista incluye a dos artistas reincidentes, que ya asomaron sus cabezas cantarinas en balances de otros ejercicios, pero qué le voy a hacer si me gustan… Ahí van los cinco de 2011.

Gold-Bears – Are You Falling In Love? Me he tirado buena parte de las últimas semanas buscando a este grupo de Atlanta en listas ajenas, desconcertado por su ausencia en la mayoría, incluso preocupado por si había alguna variable que se me escapaba. A mí me habrían bastado las dos primeras canciones de este debut –las arrolladoras Record Store y All Those Years– para situarlo entre mis favoritos, pero es que además el disco entero es impecable, un concentrado de enérgico pop guitarrero al estilo atolondrado de The Wedding Present que habría merecido más aprecio.

Extremoduro – Material defectuoso. La madurez de Extremoduro está dando unos resultados sobresalientes. Lo de Robe Iniesta es una lección para todos esos artistas que van de libérrimos pero operan enchiquerados en las limitaciones y las servidumbres de un estilo: este hombre hace lo que le da la gana, que en este caso son seis canciones muy largas con arreglos que llegan a alejarse mucho del estereotipo de Extremoduro (estereotipo erróneo, siempre erróneo, cada vez más erróneo) y con letras poéticas, expuestas y atrevidas.

Cornershop – And The Double-O Groove Of. A mí ya me gustaban Cornershop de antes, y no solo por Brimful Of Asha, pero no podía evitar que su sonido me fuese pareciendo cada vez más convencional, sobre todo comparado con las travesuras de su primer álbum o con el desvarío de psicodelia hindú que les sirve para cerrar sus conciertos. Pero su lanzamiento de este año sobresale por su profunda marcianidad no solo dentro de su discografía, sino en toda la historia de la música: las canciones vienen a ser pop del Punyab, la producción parece hip hop anómalo y la voz la pone la diminuta y vivaracha Bubbley Kaur, que parece una estrella de aquellas tierras pero en realidad es un ama de casa residente en Lancashire, con la que el líder Talvin Singh se encontró en una lavandería. ¿He dicho ya que, más allá de rarezas, todas las canciones son buenísimas?

Eilen Jewell – Queen Of The Minor Key. La otra reincidente en la lista evadida, junto a Extremoduro, es esta mujer también diminuta y vivaracha que siempre me hace pensar en cuántas cosas estupendas me estaré perdiendo: sé muy poco sobre los venerables estilos que practica, así que a lo mejor están saliendo todos los años decenas de discos comparables a los suyos, pero a mí me ha enganchado sin remisión su tradicionalismo americano de atmósfera intimista y decadente. Por no decir que su visita anual a Bilbao se ha convertido en una cita inexcusable, en la que puedes pasar de reírte a carcajadas con sus parlamentos en castellano a sumergirte en canciones de humeante tristeza.

Veronica Falls – Veronica Falls. El cuarteto londinense jugaba con ventaja, porque su álbum de debut contiene los dos sencillos anteriores, bien conocidos por la afición: Found Love In A Graveyard y Beachy Head siguen siendo las canciones que más me gustan del disco, junto a ese Come On Over que lo cierra, y eso puede considerarse un poco decepcionante, pero me encanta la manera en que recuperan el sonido de las bandas británicas de los 80, con la combinación de voz masculina y femenina y ese aire romántico de cabeza baja y pensamientos sobre la muerte. Son, por cierto, las etéreas apariciones de la imagen de arriba.

A las puertas de esta selección se han quedado Parade, Fernando Alfaro, The Men, Master Musicians Of Bukkake y Lumerians. Y también me han gustado mucho los discos de Arctic Monkeys, Iceage, Antònia Font, Timber Timbre, Liturgy, Rocket From The Tombs, Burzum, Maggie Björklund, Christina Vantzou, Fucked Up, La Bien Querida, The Fall, Earth y Meg Baird. Hala, les dejo con el All Those Years de los Gold-Bears, que en su momento me quedé con las ganas de colgarlo.

 

Por Carlos Benito

Sobre el autor

Periodista de El Correo. Nací en Logroño, estudié en Pamplona, vivo y trabajo en Bilbao.


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