Me daba un poco de pena que, entre todas las canciones de la semana de este año, no hubiera ni una sola encuadrable en el metal. Aunque nunca he sido heavy, ni siquiera en mi primera juventud, el metal ha tenido un peso importante en mis hábitos musicales y sigo escuchándolo con cierta frecuencia, sobre todo en sus facetas más brutales, pero la verdad es que cada vez asoma menos por aquí: quizá porque cosas como Black Fucking Cancer o Starless Domain, que son dos de las últimas que me han gustado, no resultan fáciles de encajar en una sección de canciones. Menos mal que, a estas alturas de diciembre, ha venido Ihsahn a poner remedio a esa lamentable carencia con el tema de adelanto de un EP que editará en febrero: es este bonito Stridig, a la vez intenso y preciosista.
Ihsahn, Vegard Sverre Tveitan en los papeles, es una de las figuras clave del black metal noruego desde sus tiempos con Emperor, una de las bandas que protagonizaron aquella explosión musical y también la paralela explosión criminal. Pero, a diferencia de otros señores del caos, nuestro hombre se caracteriza por un enfoque intelectual y, digamos, civilizado de su opción estética, a la vez que defiende cierta propensión heterodoxa al sinfonismo. Del EP al que pertenece Stridig, Ihsahn ha adelantado que se trata de un disco “de raíces”, pero entendido en un sentido blackmetalero, claro, con letras en noruego y todo.