El sello/blog neozelandés The Active Listener, que ya ha salido alguna vez por aquí, confecciona unas preciosas recopilaciones de grupos contemporáneos que parecen de hace medio siglo, como si los hubieran preservado en ámbar todo este tiempo y acabaran de liberarse. Y los firmantes de nuestra canción de la semana, que abre la más reciente de esas antologías, sirven como una muestra inmejorable de esa escena melancólica y soñadora, embriagada a perpetuidad por los vapores psicodélicos. Se llaman Garden Gate, son de Filadelfia y estoy hablando de ellos en plural pero a lo mejor no debería, porque vienen a ser el proyecto personal de Tim Meskers, el señor de la foto, quizá más conocido por sus bandas Brown Recluse y White Candles.
Garden Gate editaron su álbum de debut en el verano del año pasado, pero al orfebre loco Meskers le priva lo terrorífico y le gusta celebrar Halloween con algún detallito: en 2016 fue una colección de instrumentales muy entretenidos y esta vez, un EP de tres canciones que abarcan buena parte de su terreno estilístico. Lo de Garden Gate suele ser pop barroco y retro en la línea de Jacco Gardner, con sus mellotrones (para mí, que soy un poco bruto, cualquier cosa que suene irreconocible es un Mellotron) y su abigarramiento estupefaciente, pero también extienden sus tentáculos a ámbitos amigos como las bandas sonoras italianas. El EP se abre, precisamente, en plan giallo y se cierra en la línea más habitual del grupo, pero la canción que me enamoró en el recopilatorio de The Active Listener es la intermedia, este Saturn (version) que resulta atípico por su ritmo… reggae. Sí, sí, es una especie de versión dub (de ahí el título) de un corte de pop de cámara incluido en su álbum, una cosa rara que ni siquiera sé si se puede llamar instrumental, porque no tengo claro si algunos de los sonidos son voces o no. Mejor yo me callo y ustedes se dejan llevar.