No es muy habitual que un grupo aluda en una canción al síndrome de Stendhal (ya saben, una especie de sobredosis de belleza que provoca vértigos y palpitaciones), y mucho menos que la canción de marras suene tan cazurra y tan poco delicada como la que firman los británicos Idles (bueno, ellos lo escriben todo en mayúsculas, IDLES). “¿Has visto ese cuadro que hizo Rothko? / Parece que lo ha pintado un niño de tres años”, arranca la letra, sobre una base rítmica trepidante y tirando a maquinal. Pero no se asusten los espíritus sensibles y las almas cultas: es cierto que los muchachotes dan caña blasfema a una buena colección de vacas sagradas del arte (de Basquiat a Bacon), pero se supone que su intención es precisamente dejar en evidencia a los tarugos que proclaman esas opiniones trogloditas cada vez que les ponen ante las narices algo de plástica contemporánea. “Esa actitud de yo podría hacerlo es jodidamente ignorante y vaga, ¿y por qué coño tiene que ser silenciada la voz de una persona solo porque tú también podrías hacerlo? Calla la boca, eres aburrido”, ha glosado amablemente el vocalista del quinteto.
Stendhal Syndrome suena a los Sleaford Mods acompañados por Big Black, una receta que me parece magistral y casi necesaria. El efecto se completa con el vídeo que han confeccionado: los tíos se dieron un paseo por la Tate, la National Gallery y otros museos de Londres para grabar al barbudo bajista Adam Devonshire danzando ante 91 cuadros. ¡Eso podría hacerlo mi hija de cinco años!