Creo que me estoy enamorando de un sello. Trouble In Mind es una discográfica de Chicago que empezó en 2009 con el propósito de «reivindicar la canción de dos minutos y medio», pero ha ido experimentando una «mutación» a lo largo de estos cuatro años: el álbum de Mmoss, que es donde empezó mi deslumbramiento con esta gente, incluye un corte de más de diez minutos, así que está claro que han ampliado miras. Pronto descubrí que también han publicado buena parte del material de mis admirados The Limiñanas, y ahora acaban de seducirme de nuevo con el disco de Jacco Gardner, un holandés que comparte con los otros artistas que he mencionado un fuerte componente sesentero, como si desprendiesen todos un vaporcillo psicodélico.
Jacco se define como «un multiinstrumentista de pop barroco». Y se define la mar de bien, porque lo suyo es justamente eso, pop barroco que entronca con los primeros Pink Floyd, Syd Barrett en solitario, los Zombies o The Left Banke. Este hombre se pierde por los clavecines, las flautas, las cuerdas, los vibráfonos y demás instrumentos acústicos que arropan sus melodías excéntricas, que nunca acaban de ir exactamente por donde uno se esperaba. Vive en su propio estudio, en una zona industrial de Zwaag: lo montó en un edificio que habían comprado sus padres, porque, en esto de ser un juan palomo de la música, siempre ayuda que tu familia tenga pasta, y ha creado un fascinante caleidoscopio artesano con bonito título (Cabinet Of Curiosities) y una portada bella e intrigante (la tienen arriba). Se abre con este Clear The Air, en el que, además de cantar, Jacco toca todos los instrumentos excepto la batería. Mírenlo en el vídeo, como recién expulsado de Pink Floyd.