Ya sé que con un obituario basta y a veces sobra, pero hoy toca excepción: las exequias por Malcolm McLaren han sido un evento tan peculiar que tengo que comentarlo por aquí. Como ven en la foto de Reuters, el cortejo fúnebre ha recorrido Camden con el féretro a bordo de un carruaje tirado por caballos, aunque también había un autobús verde de dos pisos con destino a ‘ninguna parte’ en el que sonaba la versión de My Way que grabó Sid Vicious. El ataúd llevaba inscrita la frase ‘too fast to live, too young to die’ (algo así como ‘demasiado rápido para vivir, demasiado joven para morir’), uno de los nombres que usó McLaren para bautizar sus tiendas. Entre los asistentes estaban Adam Ant, Bob Geldof, Tracey Emin y, cómo no, Vivienne Westwood y el hijo que tuvo con McLaren, Joseph Corre, fundador de la famosa firma de lencería Agent Provocateur.
El hijo animó al mundo a guardar un «minuto de caos» en memoria de su padre y leyó el tributo escrito por Steve Jones, el guitarrista de Sex Pistols: «Querido Malcolm, ¿te has llevado el dinero contigo? ¿Está en el ataúd? ¿Te importa si me paso mañana y te desentierro?». McLaren fue finalmente sepultado en Highgate, el cementerio más bonito que conozco. No sé si todo esto lo dejó organizado él mismo, pero, en caso de que no, está claro que supo crear escuela.