Ya lo sospechábamos antes, pero Internet nos demuestra un día sí y otro también que podríamos limitar nuestro consumo de música a la producción de una década, o incluso de un año, y seguir haciendo descubrimientos de canciones y artistas nuevos durante el resto de nuestra vida. Si se dejase de crear cultura, como pronostican esos agoreros que tan poco confían en ella, podríamos continuar explorando el pasado y no se nos agotaría, siempre encontraríamos discos que no conocíamos, grupos que no conocíamos, incluso géneros que no conocíamos. Pero este post corresponde a la canción de la semana, claro, y la grandilocuente introducción viene al caso porque Buddy es un tema de 1988 y corresponde a un género que me entusiasma, ese mismo tronco del que salió gente como The Jesus And Mary Chain o Loop y en el que han brotado recientemente, por ejemplo, A Place To Bury Strangers. Y sin embargo, aunque corresponde perfectamente a mi época y a mis gustos, no lo conocía.
De hecho, no recuerdo haber escuchado jamás al grupo que la firma, los neozelandeses Snapper, aunque, como grababan para el sello Flying Nun, supongo que alguna vez los tuve en uno de esos recopilatorios que regalaban las revistas. Suban a la moto y vámonos.