Hay muchos factores que te pueden atraer hacia un grupo o artista. Durante mucho tiempo, un amigo me acusó de comprar discos por sus portadas, y no tenía razón pero a la vez sí la tenía: en caso de duda entre dos elepés, yo siempre optaba por la imagen menos figurativa y más deprimente, al estilo del Faith de los Cure. El nombre es otra baza importante, y entenderán que, por motivos obvios, me haya lanzado con avidez rapaz a escuchar a esta banda guipuzcoana llamada On Benito, compuesta por los tres mocetones travestidos de etxekoandreak que ven en la foto. Y debo decir que sus canciones están muy bien -ya saben, rock de los 50 con el óxido de cinco décadas encima- pero que todavía me gustaron más en la primera escucha: los descubrí en el blog de Arteleku y, sin darme cuenta, los estaba reproduciendo superpuestos a otro proyecto de euskovanguardia, Tüsüri, dedicado al ambient contaminado y oscuro. La mezcla de esta polución sónica con los guitarreos de On Benito quedaba perfecta, de verdad, en la línea de colaboraciones como la de Lustmord y los Melvins. Digna de una portada bien gris y bien sucia.