El mundo occidental lleva mucho tiempo riéndose de los orientales por sus dificultades para pronunciar los idiomas europeos y dominar su sintaxis. Los anglosajones incluso han llegado a acuñar el término Engrish para referirse a la llamativa jerigonza que utilizan muchos chinos y japoneses cuando pretenden hablar en inglés, e incluso para designar los mensajes en inglés delirante que emplea a veces la industria japonesa para hacer sus productos más atractivos, más cool. Los menús bilingües de algunos restaurantes se han convertido en clásicos, con propuestas como ‘carne de cowboy’ o ‘violaciones de todos los tipos’. Pero ha llegado la hora de la revancha, gracias a la moda de tatuarse mensajes escritos con ideogramas chinos o con sus primos hermanos, los kanji japoneses. Sobre este asunto proliferan las leyendas urbanas -ya saben, jóvenes que lucían orgullosos en su pecho unos símbolos que significaban ‘micropene’ o, más sencillamente, cosas como ‘soy un absoluto idiota’-, pero el sitio de referencia en la red es Hanzi Smatter, donde un tal Tian se horroriza y se carcajea, a menudo simultáneamente, ante los desmanes que cometen algunos tatuadores. Ahí está, por ejemplo, el bueno de Justin Timberlake interpretando a un criminal peligroso en ‘Alpha Dog’. En su brazo izquierdo, unos trazos chinos dicen… ¡’patinaje sobre hielo’! El blog también recoge el caso de una pobre mujer en cuya piel se lee, ejem, ‘diarrea loca’. ¿Qué, se atreven a enviar a Tian la foto de su ese tattoo tan pocholo que se hicieron en un arrebato?