El mundo del metal nunca se ha caracterizado por un acusado sentido del ridículo. Lo mismo se disfrazan de monstruos y vomitan líquido verde sobre su público, que suben semidesnudos a cumbres escandinavas para rodar videoclips (y contraer neumonías), que se colocan prótesis en la cara para parecer verrugosos seres de la Tierra Media. Musicalmente, los heavies y sus descendientes directos -algunos, claro- también son gente desinhibida, capaz de excesos que a veces ruborizan hasta el oído. Vean, si no, la web de Flametal, grupo californiano entregado a “the first and only true fusion of flamenco and metal”. Por si el metal tenía pocos clichés, estos chicos le suman los del flamenco, incluidos los zapateados y las palmas, con resultados que ustedes mismos pueden disfrutar en la intimidad de su hogar gracias a sus emepetreses descargables. Y borrables. Claro que lo mejor sería pillarlos en directo, para presenciar esa compenetración entre guitarristas melenudos y lozanas bailaoras. ¡Bulería, bulería!