Visitar tumbas de personajes célebres siempre me había parecido una afición propia de temperamentos morbosos, como los adolescentes perennes que peregrinan al cementerio parisino de Père Lachaise para turbar el descanso eterno de Jim Morrison. Ahora resulta que el grupo más activo de aficionados a esta curiosa costumbre no pertenece a ninguna tribu urbana, sino que son sanotes americanos que tienen una lista de sepulcros preferidos como quien colecciona sellos o discos. La página Find a Grave contiene cerca de diez millones de registros de tumbas repartidas por todo el planeta, fueran o no célebres sus habitantes, con una breve biografía del difunto y, ocasionalmente, imágenes del lugar donde yace, donde se mezcla lo curioso con lo ejemplificante. El menú principal de Find a Grave nos lleva a las búsquedas de tumbas más frecuentes, donde uno encuentra difuntos todavía calientes junto a los más populares del momento: ahora mismo, destaca el interés que despierta el lugar de reposo del matrimonio Cash. Sobre las demás opciones, mi favorita: ¡reuniones póstumas! Que, a diferencia de lo que sugiere el título, no supone la resurrección de la carne, sino que asocia a varios personajes que tuvieron relación en vida. Por cierto, que no encuentro el epitafio atribuido a Groucho Marx (“Perdone que no me levante”) por ninguna parte. Sit tibi terra levis!