Podría albergar alguna duda sobre cuál es el mejor concierto al que he asistido, pero tengo clarísimo cuál fue el más ruidoso. Lo viví en 1997 en el Sónar barcelonés -un festival que algunos identifican con el hedonismo techno y el buenrollismo al sol, pero que también suele incluir propuestas que dan bastante miedo- y […]