El otro día nos llamaron raritos. Al compañero Arrieta se le ocurrió celebrar Todos los Santos con una lista de canciones sobre la muerte y, en un comentario, el lector Hurtzi le espetó: «¿Qué pasa con el ‘Enamorado de la muerte’ de los RIP? Ya vale de hablar de grupos raros. A ver si habláis algo de grupos más cercanos, raritos, que sois unos raritos». Si hubiese incluido en la lista la canción de RIP, o el ‘Cerebros destruidos’ de Eskorbuto, algún otro lector podría haberle replicado: «¿Qué pasa con el ‘No es serio este cementerio’ de Mecano? Ya vale de hablar de grupos raros, etcétera». Por supuesto, si en la selección figurase la peculiar canción de Mecano, el mensaje bien podría haber sido: «¿Qué pasa con el ‘Bela Lugosi Is Dead’ de Bauhaus? Ya vale de hablar sólo de grupos comerciales. Vulgares, que sois unos vulgares». Tranquilos, que ésta cierra el círculo vicioso, porque sí venía en la playlist de Arrieta.
¿Por qué, en esto del rock, se tiende a pensar que lo que uno no conoce es raro y pedante? ¿Qué es más popular, El Sueño de Morfeo o la banda de metal vikingo Amon Amarth? Google localiza 133.000 páginas en las que aparecen los primeros y, hummmm, más de un millón donde se menciona a los segundos. ¿Los Caños o el ruidista japonés Merzbow? 295.000 frente a 421.000, y eso que los mozuelos de Cádiz se benefician de todas las ‘fuentes de los caños’ repartidas por el agro ibérico. Ya es hora de dejar de suponer que el que escucha música diferente a la que más vende en España es un esnob que va de guay, porque a menudo sólo se trata de alguien que maneja otras fuentes. Internet, precisamente, ha provocado que haya más diferencias que nunca entre lo que resulta familiar a unos y a otros: hay aficionados que sólo se informan a través de Pitchfork, por ejemplo, de manera que artistas como M.I.A., Annie, Dungen o The Clientele les parecerán lo más normal del mundo. Cada vez hay más burbujas distintas.
Lo cual no quita, querido Arrieta, para que yo prefiera la de Mecano a la de Bauhaus. Mira que eran plomos los chicos.