La oposición del Partido Republicano de George W. ha hecho fracasar una moción que pretendía llevarse a debate en el Senado americano para reconocer la aportación cultural de Bruce Springsteen, aprovechando el trigésimo aniversario de la publicación de su tercer álbum, Born to Run, que le lanzó al estrellato del que nunca ya se ha visto apeado. Los republicanos pasan así factura al Boss, que en las últimas presidenciales apoyo al demócrata Kerry, fue crítico con la intervención militar en Irak y sacó a la cara a grupos como las Dixie Chicks, perseguidas por la Administración por posicionarse contra la guerra. Hay quien demanda ya su presencia permanente en la institución americana y le propone como senador por New Jersey.
En el Times, Harlan Coben se pregunta por qué un senador republicano promovió una felicitación del senado a la ganadora del programa American Idol (El Operación Triunfo yankee) y, en cambio, se ha vetado una medida similar con quien ha desarrollado una carrera tan comprometida como la del Boss.