El gourmet de provincias ha abierto las páginas de La Noche del Oráculo (Oracle Night) y se ha vuelto a encontrar con Paul Auster, con la sensación de leer una y otra vez la misma novela y a pesar de que el personaje es un chino y trabaja en una papelería, él ve a Harvey Keitel en su estanco desde el que retrata el mundo cada mañana. No le falta razón, es la magia de Auster. Me ha gustado el último post del gourmet. Habla de que deambuló por Brooklyn, visitó sus calles, la avenida Atlantic, Columbia Heights, y paseó por donde se supone que lo hace Auster y cada vez un mayor número de escritores, bohemios y artistas. De su blog es también muy recomendable las recetas rápidas y la atrevida experimentación con los alimentos que propone. Merece una visita.