Luis Alfonso Gámez escribe en su blog Magonia un post con el siguiente titular: La cadena de farmacias Boots reconoce que los productos homeopáticos que vende no curan nada. “No tengo ninguna prueba de que estos productos funcionen. Se trata de la libre elección del consumidor, y un gran número de nuestros clientes creen que son eficaces”, declaró ante el Comité de Ciencia y Tecnología de la Cámara de los Comunes, que investiga los fundamentos científicos de la homeopatía. Según admitió la propia compañía los productos se venden porque son populares. Esta afirmación se contradice con las que otras empresas farmaceuticas predican de este tipo de productos. El Grupo Boiron describe los medicamentos homeopáticos proporcionan una respuesta terapéutica a la mayoría de las patologías comunes: gripe, afecciones ORL agudas y/o recurrentes, trastornos digestivos, estrés, insomnio, etc.
¿Pero podemos entonces tratarnos sólo con Homeopatía? Para Boiron en algunos casos, la automedicación con el asesoramiento de su farmacéutico puede ser suficiente para tratar dolores diarios agudos, ya que el medicamento homeopático puede aportar una solución fiable, rápida y adaptada a la circunstancia. Pero si los síntomas persisten, será imprescindible consultar a un médico para obtener un diagnóstico preciso y establecer un tratamiento adaptado.
Luis Alfonso Gámez es sin embargo escéptico en post “La industria homeopática es un negocio de 40 millones de libras anuales en Reino Unido, dodne se venden remedios de ese tipo hasta para la malaria y la leucemia. Organizaciones científicas como la Real Sociedad Farmacéutica piden desde hace tiempo a los laboratorios homeopáticos que retiren de sus productos cualquier afirmación sobre su efectividad, a no ser que la demuestren en ensayos clínicos similares a los que se someten el resto de los fármacos”
Y en España el negocio maneja cifras parecidas y en Francia en aún mayor.
En el plano de las lesiones relacionadas con el deporte, el doctor en medicina y homeopatía Ángel Casaus Fuertes defiende la homeopatía en un artículo publicado en la web del club ciclista Acctur: La filosofía básica de la homeopatía es que el cuerpo tiene una capacidad innata para mantenerse sano y la capacidad de restablecer su equilibrio si padece una enfermedad. Los medicamentos homeopáticos ayudan a sanar el cuerpo estimulando las respuestas defensivas del sistema inmunológico, (no en contra de los síntomas del cuerpo como hace la medicina convencional). En homeopatía no nos importa tanto tratar la enfermedad como al paciente, ayudar a que el paciente alcance un grado de salud que le permita curarse su enfermedad.
Por ejemplo no se trata “un dolor de cabeza” si no que se tiene en cuenta “quien” tiene el dolor de cabeza: niño, adulto, anciano, mujer, embarazada… etc
– “Dónde” tiene el dolor de cabeza
-“Cómo” es el dolor de cabeza
– “Qué” afecta a ese dolor de cabeza
– “De qué “se acompaña” el dolor de cabeza
Y Y cuando tenemos claros todos los aspectos que caracterizan a una dolencia, podemos compararlo con los medicamentos experimentados e indicar aquel que es más similar.
María Torregrosa se pregunta en su blog Puesta a punto, ¿Hacen buena pareja la homeopatía y las lesiones deportivas? y hablaba en el post sobre un libro que se acababa de publicar Homeopatía y deporte, de los doctores Marc Dellieré y Alain Pasquier (McGraw Hill), es una especie de guía de salud por orden alfabético, con remedios homeopáticos, que permite abordar patologías relacionadas con la traumatología, la dermatología…
Un ejemplo. Para tratar los calambres recomiendan cuprum metallicum 9 CH. A veces lo combinan con otras sustancias, como Magnesia phosphorica 9CH o China rubra 9 CH, según el tipo de calambre, la zona donde sea…
En definitiva que para todos los gustos y opiniones. Yo mismo he recibido tratamiento homeopático en la rodilla justo una semana antes de afrontar la Quebrantahuesos y sinceramente no sé si fue efecto placebo o las manos del fisiotarapeuta pero afronté la prueba sin problemas en la articulación. Los problemas vinieron por otro lado pero esa es otra historia.