Este verano caluroso que nos toca está resultando árido en noticias. Quizá por eso El Córner se ha vuelto parco temporalmente. La afición rojiblanca descansa por fin sin sobresaltos y a algunos todavía les cuesta recordar el nombre de pila del par de fichajes con el que hemos sazonado el bloque del año pasado. Lo cierto es que, si uno echa la vista atrás, toma conciencia de que disfrutamos del julio más apacible de los últimos tiempos. Hablo de esa paz imprescindible que allana el camino para que la temporada comience con buen pie. Acordaremos que eso no es garantía de nada pero sí un comienzo deseable y necesario.
Hace un año, el 12 de julio de 2007, el Athletic estrenaba presidente tras una campaña electoral que tuvo sus momentos de acaloramiento. Doce meses antes, por estas fechas, Clemente sacudía la pretemporada de Benasque con unas declaraciones que desembocarían en su destitución la víspera de San Fermín. Pocos días después de que Félix Sarriugarte tomara el relevo la nave rojiblanca, Julen Guerrero abandonaba el fútbol en una despedida salpicada de lágrimas.
Tampoco 2005 tuvo un julio muy distendido. Llegó casi sin tiempo de nada Mendilibar -procedente de un Eibar heroico que rozó el ascenso- tras la discutida salida de Valverde. También se celebró, el 1 de julio de 2005, la presentación de un joven guipuzcoano, fichado en plena jornada electoral de la Real: Iban Zubiaurre. El lateral de Mendaro posaba sin la camiseta rojiblanca en un intento tardío de frenar unos temibles tambores de guerra que comenzaban a sonar por la A-8 en sentido Bilbao. Tardaría más de un año en ver su nombre en la zamarra del Athletic , ya bajo la presidencia de Ana Urquijo. Incluso si retrocedemos hasta julio de 2004, palpamos la tensión de las inminentes elecciones que habrían de celebrarse en septiembre de ese año y que sentarían en el sillón de Ibaigane a Fernando Lamikiz.
En fin, quizá sí haya noticia en este julio de 2008. Por fin, el Athletic disfruta de un verano tranquilo, apacible, algo caluroso según algunos. No es para tanto. Hemos sudado más otros años.