Volvió a gustar el Athletic en la noche de ayer. No pudo ganar, es cierto, pero plantó cara al Zaragoza. Desmontó su ataque con un partido bien planteado técnicamente, desplegó una gran seriedad defensiva y contó bajo los palos con un Aranzubia que gana confianza y que desbarató con gran acierto las escasas ocasiones de los maños. Aunque el resultado sea un punto que sabe a poco, el Athletic demostró que se mantiene en la línea iniciada desde la llegada de Mané. Un cambio de rumbo indiscutiblemente necesario.
Aunque la posesión del Athletic fue levemente inferior a la del Zaragoza, los de Mané controlaron el partido y mostraron una mayor vocación atacante. En los minutos finales, el equipo de Víctor Fernández – que es quinto en la clasificación, no lo olvidemos- pareció dar síntomas de conformarse con el empate. El Athletic se volcó en ataque y estuvo mucho más cerca que su rival de llevarse la victoria.
Con siete puntos en los últimos cuatro partidos, el Athletic llega al parón liguero por las vacaciones navideñas. El técnico de Balmaseda advierte de que en estos días de descanso “siempre hay algún equipo que se despista”. Con la batalla que tiene por delante el Athletic este enero, más le vale que no sea su caso. Mallorca, Levante, Real Sociedad y Betis, todos ellos rivales directos, le esperan en las primeras semanas del año. Ahí se juega su ser o no ser.