Respiremos. El Athletic seguirá en Primera un año más. Salvó los trastos ayer en una de esas tardes agónicas a las que nos viene acostumbrando. Ya habrá tiempo -desde mañana mismo, por Dios- para comenzar la autocrítica necesaria para que este infierno de los dos últimos años -un calco el uno del otro- no se repita. Hoy, todavía, toca disfrutar de la victoria ante el Levante. Recordar las ocasiones claras de Urzaiz, que nos levantaron ayer del asiento. El grito unánime del primer gol de Aduriz y el delirio que acompañó el cabezazo a gol de Gabilondo. Sólo entonces, en el minuto 76 del último partido de Liga, lo vimos claro. Antes teníamos la confianza, la fe inquebrantable que provoca este club en sus seguidores y era eso lo que hacía inimaginable que el Athletic descendiera. Porque las matemáticas no estaban con nosotros. En el descanso, un sólo gol del Celta nos abocaba al descenso si los resultados no cambiaban. Comenzó el terror en algunos a tener que escribir hoy la crónica que nadie quiere escribir. No hizo falta. El Athletic salvó su historia y el orgullo de la Vizcaya futbolística, que demostró ayer que es mayoritaria. Durante todo el día, no hacía falta pasearse por el Casco Viejo ni acercarse a los aledaños de San Mamés para ver una ciudad volcada con su equipo. Cualquier calle de Bilbao estaba tomada por banderas y camisetas rojiblancas que vestían niños de todas las edades. Algunos regresaban a las imágenes heroicas de sus tiempos mozos con el alirón y otros simplemente imaginaban, habida cuenta de esta hinchada, cómo sería la fiesta por un título. Todos sabemos que ese objetivo está ahora muy lejos. Ayer teníamos una meta más humilde, más doméstica: seguir siendo lo que somos. Un equipo de Primera. San Mamés volvió a demostrar ayer que está a la altura de las circunstancias. No sólo apoyó al equipo hasta el final sino que lo despidió con más pitos que aplausos, recordándole que este no debe ser su objetivo. Para luchar por cotas mayores, hay mucho que cambiar. Pero hoy es día todavía de sumarse al grito unánime de Vizcaya y de toda nuestra afición dispersa. ¡Athletic, es de Primera!