Quedan seis partidos y la de ayer debe ser la última decepción. Eso no quiere decir que estemos obligados a ganar siempre pero sí a plantar cara al rival, algo que no vimos frente al Real Madrid. Además, ha finalizado la parte más crítica del calendario. Tocan Recreativo, Deportivo, Zaragoza , Mallorca, Villarreal y Levante. Algunos están jugando bien pero frente a cualquiera de ellos debe salir a ganar un club que aspira a mantener a la categoría por méritos propios. Los deméritos ajenos son precisamente los que nos permiten estar aún a dos puntos del infierno. Pero en fin, hablemos del Real Madrid. Admite Mané que los goles que nos marcan tienen una factura similar. Es cierto. Se podría ajustar más la definición. Un rival centra y otro -siempre solo, siempre a placer- remata dentro de área pequeña. Es raro que algún defensa rojiblanco se acerque por allí a afear el tanto o que Aranzubia salga a tiempo para despejar. ¿Cómo puede haber dos o tres atacantes solos dentro del área chica? ¿Cómo puede ser uno de ellos Van Nistelrooy? Desesperante. Otros cuatro goles ante un equipo que no vino a golear. Si no es la última decepción, espero que al menos esta sea la última goleada en contra.