Sólo hay una cosa que tengo clara en este fregado del nuevo campo. Que lo quiero sin pista de atletismo. Admito que soy de los que no le ve la gracia a correr sin que a uno le sigan pero los motivos son otros. Cuando uno visita campos como Anoeta se da cuenta de que el fútbol no es lo mismo.

Ahora que todos los partidos los da la tele previo pago me parece peligroso rebajar el ambiente en el estadio. No es ya una cuestión de que el rival siente mucha menos presión. Es que la distancia al terreno de juego es tan brutal que es imposible seguir dignamente un partido. No parece que esta posibilidad se esté barajando -ni siquiera en la última propuesta de hacer el estadio multiusos- pero es una de las que siempre atemorizan al socio. Como el campo es del Athletic, y además no sobra espacio, parece que en el nuevo campo seguiremos cerca del césped.

Me van a llover las críticas, lo sé. Que no hay lugares suficientes para practicar deportes en Bilbao. Que es un lujazo destinar tanto terreno a una actividad. Pero es como lo veo. Y como lo quiero seguir viendo.