Este verano he estado probando una nueva cámara digital, la Canon 550D. Frente a mi 400D, la principal ventaja es que con la nueva el enfoque es mucho más sencillo. Con la 400D era, para fotografía astronómica nocturna, una especie de juego de azar. La 550D tiene, en cambio, la posibilidad de ver la imagen en pantalla y aumentarla hasta x10, lo que permite un buen enfoque.
Total que, probando, probando, me dio por apuntar a Júpiter y tirarle una foto con objetivo sigma 70-300. Y aquí tenéis el resultado. Primero la imagen tal cual se ve en pantalla y la segunda poniéndola al %100. Ahí están, perfectamente, los cuatro satélites galileanos de Júpiter. ¡¡Sorprendente!! Y además, qué majos ellos, se me colocaron en el orden que habitualmente se recitan: Io, Europa, Ganímedes y Calisto.
Aquí, la imagen de Stellarium para ese mismo momento.
Nunca imaginé, hace unos años, que se pudiera hacer esto de manera tan sencilla.
Aproveché el verano para hacer algunos timelapses. Nos estamos peleando con diferentes editores. Ardua tarea. pero se empieza a ver la luz al final del túnel.