Récord siciliano, construyen una casa en 21 días
En Gela (Sicilia, sur) un tal señor N.F. ha construido una casa de tres pisos en 21 días. Por dos razones, porque es ilegal y porque el viernes la ciudad tendrá una plano regulador después de 42 años de espera, y hay que darse prisa. La Policía ha secuestrado las obras siete veces, pero el señor N.F. siguió de todos modos. En lo que va de año, dado que por fin se avecina el temido imperio de la ley, han sido confiscados 174 inmuebles. La mitad de los edificios de Gela son ilegales. En Sicilia hay 150.000 casas ilegales.
(Repubblica de hoy)
El abandono de Roma
El alcalde de Roma, que suele dar a los turistas la impresión de que está un poco guarra, ha reconocido que en la ciudad hay unos 80 kilómetros de pintadas y ‘graffiti’.
(Corriere della Sera de hoy)
Aclaración de los servicios secretos
La Via Gradoli de Roma tiene mala fama. Es donde estuvo secuestrado Aldo Moro, casualmente en un edificio donde los servicios secretos italianos tenían algunos apartamentos, y en el último año se ha vuelto a hacer famosa porque allí vivían algunos transexuales implicados en el caso de chantaje al entonces gobernador del Lazio, Piero Marrazzo, obra de policías corruptos. Los vecinos, hartos de que su calle sea identificada como un nido de espías y asuntos sucios, decidieron escribir a la agencia de inteligencia (AISI). Para su sorpresa, su máximo responsable, el general Giorgio Piccirillo les ha enviado una carta afirmando que “esta Agencia no tiene ningún interés en esa calle”, aunque matizaba que no podía responder a algunas preguntas concretas porque la ley le impide revelar las actividades de su organización. Euforia del presidente del comité vecinal, Carlo María Mosco, abogado, 42 años: “Podemos concluir que la degradación de nuestra calle no puede ser atribuida a aparatos ocultos del Estado, sino a la inercia de la Administración”.
(Corriere della Sera de hoy)
San Genaro
La sangre de San Genaro volvió a licuarse el domingo en el Duomo de Nápoles, signo de buenos auspicios para el futuro. No obstante, el arzobispo, el cardenal Crescenzio Sepe (chico de la foto) pronunció ante las autoridades una homilía apocalíptica sobre la decadencia económica, política, social y moral de la ciudad: “En Nápoles ya no hay ni pan ni esperanza”. Por cierto, el cardenal Sepe es investigado por corrupción en el gran escándalo de las adjudicaciones de obras públicas, por su gestión del patrimonio inmobiliario de la Santa Sede. “Todo es a mayor gloria de Dios”, respondió sobre el tema. Pero al menos se obró el milagro de San Genaro y todos se fueron más tranquilos.
(Varios diarios de hoy)