A Berlusconi, dicen los analistas italianos, esto del G-20 no le hace mucha gracia. A él le gusta mucho más el G-8, un club más exclusivo, y sobre todo porque este año le toca a él el ser anfitrión. Por eso espera que las grandes decisiones de este año se tomen en “su” cumbre de julio, que prepara meticulosamente para que sea un éxito personal.
Sin embargo, todo el mundo sabe que en estos saraos Berlusconi se viene arriba, porque le encanta el compadreo. Es temible: chistes, caretos, bromas, salidas de tono, rotura del protocolo en varios trozos,… Es que a nadie le amarga hacerse fotos con los poderosos de la tierra. Nuestro héroe se hizo el protagonista de la sesión de pose, prodigándose en sonrisas y palmaditas en la espalda. Mírenle, qué contento, como si fuera una excursión escolar. Menos mal que se está hundiendo la economía y esto es un drama, que si no. Estaba tan emocionado con Obama, que no se resistió a llamarle a voces para presentarse. El vídeo ya circula por Internet como «la última de Berlusca» y por eso les informo puntualmente. Vean, vean:
«¡Misteer Obamaaaaa! ¡Misteer Berlusconiii!», se oye la voz de nuestro héroe por encima de los murmullos de salón al terminar las fotos. «¿Pero por qué tiene que gritar?», le increpa molesta la reina de Inglaterra. Sonrisas de circunstancias entre los presentes.
Luego, relaciones públicas. Diálogo de Berlusconi con Taro Aso, primer ministro japonés:
-Ciao, come stai? (en italiano).
Luego, en inglés, por fin los grandes temas:
-Hemos fundado un gran partido de la libertad. Tenemos un nivel de confianza muy alto y mi nivel personal ha llegado al 66,4%, que en un momento de crisis como este…
Añado hoy, viernes, la viñeta de Giannelli en primera página del Corriere della Sera: