Siguiendo con una de las pequeñas noticias que referíamos ayer debo hacer una aclaración. Es sobre aquella del vibrador pasado entre los gastos ordinarios del partido tirolés Freiheitlichen, en Alto Adige, zona donde se habla alemán y con pulsiones separatistas. De hecho este partido del parlamento regional, Freiheitlichen, es secesionista y de extrema derecha. Han aclarado que lo del vibrador tiene explicación: fue un regalo de broma a uno de ellos, un colega gamberrete, aunque no se explican cómo la factura ha terminado en la carpeta de los gastos a reembolsar por el Estado. Sí, es raro, la verdad, aunque así la broma es aún mejor. “Si hubiera sido un ramo de flores no se hubiera escandalizado nadie”, ha protestado su líder, Pius Leitner. Y ahí tiene más razón que un santo, las cosas como son.
Por cierto, Die Freiheitlichen creo que significa algo así como ‘Los Libertarios’ y quizá estas cosas estaban en el programa. Réplica punzante de sus rivales: “Dicen que son alemanes en el modo de gestionar la cosa pública, pero son más italianos que los italianos”. Es una crítica curiosa, viniendo de italianos, pero probablemente eficaz, tratándose de fastidiar a los libertarios fascistoides que proponen expulsar de su territorio a “inmigrantes y parásitos sociales”. Les habrá arruinado el ambiente de bromas entre los colegas del partido, porque miren cómo se ríen en la foto de abajo Pius Leitner y la otra líder, Ulli Mair. Sé que alguien tendrá curiosidad, pero han cerrado filas y no han revelado quién de los seis diputados regionales fue el destinatario del regalo.
Vibradores aparte, vayamos de norte a sur, de los Alpes al tacón de la ‘bota’ italiana, para comprobar que la cohesión nacional del país, al menos en algunos aspectos, está a salvo. En el interminable capítulo de reembolsos increíbles de gastos de los partidos políticos también ha causado sensación el banquete de langosta en agosto de 2010 en el célebre restaurante de Bari ‘Ai due ghiottoni’ de un tal Alfredo Castiglione. Con él la radiografía del país nos sale redonda, porque es el vicepresidente de la región de Abruzzo, en el centro de Italia, y así ya estamos todos. Iba a citar frases suyas y sacarles punta haciéndome el gracioso, pero para qué estropearlo: reproduzco en gran parte la entrevista que le ha hecho el periodista Antonio Massari y publica hoy en ‘Il Fatto Quotidiano’, porque no debe añadirse nada. Es inmejorable. Empieza el diálogo Castiglione (chico de la foto), por supuesto a la defensiva, otro genio:
-No estaba solo. Había varios asesores, dirigentes, cada región ha pagado su cuenta.
-De hecho usted ha pagado un solo cubierto. Y en su cuenta está escrita sólo una palabra: langosta.
-No sé por qué está escrito “langosta”.
-Pero perdone, ¿usted ha comido o no esta langosta?
-Pues claro… Si está escrito langosta, comí langosta, no es un delito comer langosta.
-¿Pero 202 euros no le parecen demasiado?
-Eh, sí, pero hemos pagado por lo que hemos comido.
-Castiglione, la cuestión no es el precio, sino que ha pagado con dinero público.
-Están haciendo una investigación, para ver si era demasiado o era poco, pero estaba de sobra dentro del presupuesto del departamento.
(…)
-Hablemos de su misión en Bari, ¿fue útil?
-Claro. Nos aplicamos a fondo en la macro-región adriático-jónica.
-¿En qué punto está la macro-región?
-El proyecto está saliendo adelante. Yo creo muchísimo en los Balcanes.
(…)
-Si pudiera volver atrás, ¿comería de nuevo a base de langosta?
-Viendo ese precio me lo pensaría… Pero a mí me interesa haber conseguido resultados sobre la macro-región.
-Cambiemos de tema: en 2010, un fin de semana, usted y su mujer pernoctaron en el hotel balneario Victoria Terme de Tivoli. Coste: 515 euros. ¿Cuál era su misión institucional entre sábado y domingo?
-Soy también asesor de termalismo.
-¿De qué?
-¡De termalismo!
-¿O sea?
-Me ocupo de ‘termas’, de balnearios.
-Así que estaba allí en calidad de asesor de termalismo.
-Había también un tema ligado a la actividad institucional.
-¿Y qué actividad institucional desarrolló?
-Pues encuentros… No voy a decirle ahora lo que he hecho…
-Perdone, si se trata de encuentros institucionales debe decir qué ha hecho.
-Eran encuentros relativos a la actividad termal de la región de Abruzzo.
-¿Y qué tiene que ver el uso del balneario?
-Mire, hemos pagado todo al final, era todo relativo a la habitación… (…)
-¿Usted y su mujer usaron el balneario?
-Yo no.
-Entonces su mujer.
-Mire, lo está evaluando la magistratura…
-¿Usted estuvo o no en el balneario?
-Mire, si por balneario entendemos haber usado la sauna o el baño turco… creo que estaba incluido… No lo recuerdo…
-Pero perdone: sauna y baño turco ¿qué tienen que ver con la actividad institucional?
-Pues vale… ¿estamos de broma? Son servicios incluidos en el precio, la mayoría de las veces, no es por eso que ha costado más…
-Bueno, son 515 euros a cargo del contribuyente.
-Está todo en manos de la magistratura.
-¿Volverá a presentarse a las elecciones?
-Pues claro. ¿Y por qué no debería presentarme?
Qué decir. Por mi parte, sólo agradecimiento. A mí esta gente me escribe el blog ella sola y supera con naturalidad cualquier diálogo de Forges. Ahora mismo me voy al atlas a buscar la macro-región adriático-jónica.