Come, reza, ama… pero mucho cuidado con la bufanda que te pones para ir al fútbol en Roma. Julia Roberts ha caído en una movida que seguramente no alcanzará a comprender por un detalle de su última película, ‘Comer, rezar, amar’, junto a Javier Bardem. En ella interpreta a una divorciada que se busca a sí misma y recorre India, Indonesia e Italia, donde en Roma descubre la pasta como Dios manda y otra serie de tópicos. Entre ellos, el fútbol. Tiene un amigo de la Roma que le introduce en los secretos de la ciudad y la gana para su causa. En fin, que Julia Roberts en la peli se hace de la Roma. Pero se trata de una increíble conspiración, una traición y un ultraje insoportable, como han descubierto los aficionados de la Lazio, el otro club de la ciudad de rivalidad atávica. En radios y blogs hay llamadas a boicotear la película y es objeto de bromas en bares y oficinas. Los ‘romanistas’ gozan como enanos.

Resulta que en el libro en el que se basa el filme la protagonista en realidad se hace de la Lazio, no de la Roma, pero la productora de Hollywood ha decidido cambiarlo. No se sabe por qué, quizá porque el otro equipo lleva el nombre de la ciudad y es más fácil de identificar, pues fuera de Italia cuesta entender qué es eso de Lazio, la región de Roma. O porque su estrella, Totti, es más famosa. Sea lo que sea sin duda les pareció que tampoco pasaba nada. Pero es que el asunto se complica porque la autora de la novela, Elizabeth Gilbert, contaba la historia de su propia vida y, efectivamente, lo que cuenta ocurrió en la realidad: en su vagabundeo para superar su separación pasó por Roma y se hizo un amigo de la Lazio. Animaba a la ‘squadra biancoceleste’ y hasta fue con él al estadio Olímpico a ver partidos. Concretamente un Lazio-Bologna y Lazio-Spartak de Praga. Se han sabido detalles tan incontestables porque ese amigo real ha salido a la luz a denunciar la intolerable tergiversación de hechos y colores.

Aunque parezca mentira se llama Luca Spaghetti (chico de la foto) nombre inventado por un guionista de Hollywood sin imaginación. Se hizo amigo de la escritora en 2003, entonces desconocida, y fue su guía durante cuatro meses. Luego, en 2005, recibió una copia del libro y el año pasado Gilbert le invitó al rodaje de la película en una calle de Roma. Allí descubrió el pastel. Era una escena de un partido en un bar y se vio rodeado de los odiados ‘tifosi’ rivales. Encima veían un derby con la Lazio en el que su equipo perdía. ¡Y la propia Julia Roberts llevaba la bufanda enemiga! «Entre la confusión y la rabia amenacé a la productora con llamar a mis abogados si no quitaban la bufanda al actor que me interpretaba, no me importaba que no se me pareciera, que fuera gordo y casi calvo, pero ‘romanista’ jamás», ha contado en un desahogo a una radio ‘laziale’. En otras entrevistas ha aclarado que lo dijo en broma. El caso es que la productora, o alguien italiano de la organización, comprendió el drama de Spaguetti y aceptó colocar a su émulo una bufanda blanquiazul. Aunque fue casi peor porque aparece solo, desvalido y perdiendo entre una marea de ‘tifosi’ rivales, haciendo el pardillo delante de Julia Roberts.

(Publicado en El Correo)

El tráiler de la película de marras es una cursilada, pero hablando de spaghetti y para comprender lo que es el hambre y comer, nada mejor que la famosa escena de la comilona de ‘Miseria e nobiltà’ (Martio Mattoli, 1954), con Totó. De la obra de Eduardo Scarpetta, el padre del gran Eduardo de Filippo.

¿Se imaginan a Julia Roberts metiéndose los spaghetti en los bolsillos?