La foto de este post os muestra unos quesos asturianos maravillosos. Pero en concreto, de todos ellos, el que está en la parte derecha de la imagen es una de las cosas más ricas que hay, el queso gamonéu.
El gamonéu, que se fermenta a partir de una mezcla de leche de vaca y oveja, es de una pastosidad maravillosa, con un toque ligeramente ahumado y con un potencial gastronómico tremendo. Se puede usar para hacer besameles, rellenos a base de verduras o carne. Como tiene una nota picante, les confiere un punto de potenciador del sabor.
Para mí, este queso que elabora en Cangas de Onis y Onis, en pleno Parque Nacional de los Picos de Europa, ha sido el gran descubrimiento de este verano. El gamonéu me ha hecho ser miembro de su club de fans.