Existen más de 60 variedades de trufa conocidas. Las más valoradas son las tuber melanosporum (la trufa negra o del Périgord) y las tuber magnatum (Trufas de Alba). Pero en los meses de verano se da prácticamente en todo nuestro el territorio una trufa llamada tuber aestivium, también conocida como trufa de San Juan.
Como podéis ver en la foto de esta trufa que nos ha mandado nuestro proveedor del Alto Maestrazgo, es muy parecida a la trufa del Périgord.
Tiene bastante menos aroma y hay que consumirla más rápidamente porque su periodo de maduración, que al darse en los meses de verano, está más acelerado. Sin embargo, si le quitamos bien su parte exterior (algo granulada y dura), la rallamos y la consumimos en su punto óptimo de maduración, puede ser un manjar.
Os recomiendo tomarla con productos con bastante grasa, como huevos, tocino y con platos de pasta, ya que quedarán extraordinarios.
Como su precio es más asequible que otras trufas, si la encontráis fresca en el mercado, no dudéis en cocinar con ella alguno de estos platos.