El mes pasado conocimos la noticia de que La Fundación de Defensa del Consumidor de Sao Paulo (Brasil) impuso una multa de casi 1,3 millones de euros a la cadena de comida rápida McDonald’s por incluir juguetes en sus menús infantiles.
El organismo considera que ofrecer juguetes junto con el menú de los pequeños propicia malos hábitos alimentarios para la salud.
Es cierto que, como otras muchas cadenas de comida rápida, el gigante de las hamburguesas atrae a los niños con juguetes y todo otras artimañas. Parte del éxito de esta compañía no reside tanto en su relación calidad-precio sino en la gran labor de marketing que despliega a la hora de atraer a los más jovenes, que saben cómo ‘extorsionar emocionalmente’ a sus padres para que les lleven a esos restaurantes. Porque muchos padres, hartos de vivir a diario el conflicto de la comida con los niños, deciden acceder a sus peticiones para evitar las discusiones.
Con esta técnica, consiguen que otros grandes profesionales implicados en la mejora y la calidad no logren vender su producto con la asiduidad con la que deberían. Como muestra, las deliciosas y sanas hamburguesas MAC-KOBE de mi amigo Darren Williamson en el Bitoque.
Todos los padres saben cuánto cuesta convencer a un niño de comer una hamburguesa de un restaurante tradicional cuando hay un Macdonald’s cerca. ¿Qué opinan ustedes? ¿Es justa esta sanción? ¿Aplaudirían una medida así en nuestro país?
La foto que ilustra el post la hemos tomado de la galería de bdeboikot en Flickr.