Como sabemos que la crisis aprieta, hoy os quiero mostrar un truquito navideño para ahorrarse unos euros y quedar como marqueses. Vamos a conseguir sacarle el sabor de angulas a las gulas.
Para ello necesitaremos un kilo de gulas refrigeradas y 100 gramos de angulas de las buenas.
Cogemos las angulas y los trituramos con un cuarto de litro de agua: conseguiremos una pasta de angulas. Entonces metemos las gulas (sacadas de su caja, bien separadas y a temperatura ambiente) en una cazuela junto con nuestra pasta de angulas durante ocho horas. En este tiempo, nuestras gulas habrán cogido un tremendo sabor a angulas. Esto ocurre porque las angulas, que son los alevines de las anguilas, tienen una concentración proteica y de sabor enorme porque llevan toda la información genética para convertirse en anguilas.
La bonita foto la he tomado de Flickr, de la galería de Munduate.