El salsifí (Scorzonera hispanica) es una raíz famosa por su textura, (que es también su mayor valor gastronómico) una mezcla entre el plátano y la patata.
Se hierve y al comerla apenas hace falta masticarla, ya que se aplasta fácilmente entre el paladar y la lengua. Todo alimento que se rompa fácilmente en boca es de mayor calidad gastrónomica que los masticables o los líquidos, ya que está más tiempo en contacto con las papilas gustativas, por lo que podremos extraer todo su sabor.
Antes de cocinar el salsifi, hay que pelar bien su primera capa, durísima, y limpiar cocienzudamente, ya que suele contener restos de tierra. Después, hay que hervirla durante al menos 40 minutos.
Se suele tomar cocida, en ensaladas y también salteada con mantequilla. Nutricionalmente destaca por el alto contenido de vitaminas E, B1 y B2, de minerales como hierro, fósforo y calcio.