Mary Wollstonecraft (la madre de Mary Shelley, la autora de ‘Frankestein’) es considerada la primera feminista en la historia. Fue quien introdujo el concepto de igualdad entre hombres y mujeres.
Nacida en el este de Londres, Mary fue la segunda de siete hijos y una niña volcada al pensamiento desde temprana edad. Aunque su padre tenía fortuna, la malgastó de manera frívola al punto que sufrió graves problemas financieros. Era un hombre violento y a menudo se emborrachaba y golpeaba a su esposa. Mary solía sentarse fuera del cuarto de su madre para protegerla. Con sus hermanas, también tuvo una actitud maternal. En 1778 salió de su casa para trabajar como dama de compañía, aunque luego regresó para ayudar a su madre enferma. Cuando su madre murió Mary se mudó con la familia de su amiga Fanny Blood, con quien tenía una profunda amistad. Las dos junto con su hermana Eliza abrieron una escuela en Islington. Al poco tiempo la salud precaria de Fanny Blood empeoró, por lo que Mary descuidó el trabajo en la escuela para cuidarla hasta su muerte. El duro golpe del fallecimiento de su amiga y el cierre de la escuela impulsaron a Mary a escribir su primera novela, ‘Mary: A Fiction’. Al ver la enorme limitación en términos profesionales para mujeres sin medios económicos, decidió escribir para ganarse la vida, una resolución radical y arriesgada en una época en la que muy pocas mujeres lograban ganarse la vida en el mundo de los intelectuales. Aprendió alemán y francés y tradujo textos y escribió reseñas.
Durante su breve carrera escribió novelas y tratados. ‘Vindication for the Rights of Women’ (Reivindicación de los derechos de las mujeres) tuvo un impacto profundo. Es una obra fundamental para quienes deseen conocer los orígenes del feminismo. Woolstonecraft tenía claro que los derechos de las mujeres y de los hombres estaban estrechamente ligados. Para ella, los males de su época podían superarse con la educación. En particular, le preocupaba la manera en que las habilidades de las mujeres eran suprimidas a través de la educación al darle énfasis a las cualidades que estuvieran en función de agradar y servir al hombre, en vez de mejorar sus capacidades para su beneficio personal. El pensamiento de Wollstonecraf marcó a la sociedad de la época.
Aunque no desconocía el hecho de que es la sociedad machista la que promueve la docilidad de la mujer y su atención a su aspecto físico por sobre todas las cosas, estaba convencida de que esto era tanto para el detrimento del hombre como de la mujer. Para ell,a dado que el bien de la sociedad proviene del aumento de la razón, el conocimiento y la virtud, solo podría ser en beneficio de ambos géneros maximizar estas cualidades. Tenía bien claro que tratar a la mujer como un ser insignificante le negaba sus talentos naturales y así promovía la discordia en el hogar, reflejada y perpetuada en los hijos. Si la mujer no tenía derechos inherentes, usando la misma regla tampoco tendría obligaciones, ya que los derechos y obligaciones son inseparables.
Mientras que la vida profesional de Wollstonecraft fue muy exitosa, su vida personal fue difícil por la moralidad de la época. Tuvo amantes y con Gilbert Imlay, con quien se creía que se había casado, tuvo una hija. Las infidelidades de Imlay le trajeron gran infelicidad hasta el punto de intentar el suicidio dos veces. El futuro le depararía algo diferente, ya que retomó su trabajo literario gracias al cual comenzaría una amistad con William Godwin. Luego surgiría una relación amorosa que acabaría en boda, al esperar un hijo suyo. Sufrieron el rechazo de parte de la sociedad conservadora al descubrir que Mary no había estado casada con Imlay. A pesar de ser una relación sana y feliz, duró poco, ya que Mary moriría al dar a luz a su segunda hija, Mary Wollstonecraf Godwin, quien más tarde adoptaría el nombre de Mary Shelley, la exitosa autora de ‘Frankenstein’. Tras varios días de sufrimiento al haber contraído septicemia, Mary Wollstonecraf murió a los 38 años. Sus restos descansan en Bournemouth.
Con las mejores intenciones, Godwin publicó un libro de las memorias de Mary, que fueron recibidas por el público como un gran escándalo al haber revelado sus amoríos con hombres casados, su primera hija ilegítima y sus intentos de suicidio.
Aquí va una reflexión de Mary Wollstonecraft:
“Una causa de esta aridez en el desarrollo personal de la mujer es el sistema falso de educación, constituida a partir de libros escritos por hombres que consideran a la mujer como hembras que deben agradar dentro de un contexto de la sexualidad como principal objetivo, haciendo que la mujer sólo concibiera su papel como la necesidad de ser amada en vez de realizar una tarea más ambiciosa acorde con habilidades y virtudes que inspiran respeto”.
(Fuente: Mujeres para pensar. El retrato, realizado en 1797 por John Opie, está en la National Portrait Gallery de Londres)