Alberto Iñurrategi, Juan Vallejo y Mikel Zabalza vuelven a las andadas. El Bat Basque Team, la cordada más innovadora del alpinismo vasco (y nacional) han puesto en esta ocasión el ojo en el Broad Peak, y allí se van en estilo alpino, por supuesto. En realidad, lo han puesto en ‘los’ Broad Peak. Sí, sí, en plural. Este ochomil situado en el Karakorum, justo frente al K2 (es uno de los cinco que alberga Pakistán), es uno de los más bajos y considerado entre los técnicamente más sencillos. Sin embargo, lo que no todos saben es que tiene tres cumbres. Además de la principal, la situada más al sur (8.047 m.), están la central, uno de los diez ochomiles secundarios que existen (8.013), y la norte (7.550).
El objetivo de los tres alpinistas, que vuelven a contar con el patrocinio de Naturgas, es encadenar las tres cimas tras abrir una nueva ruta hasta el collado existente entre las cumbres norte y central. Una vez en él, el terceto ascendería a la cima oeste y desde allí completaría toda la arista ascendiendo los tres picos. Acabarían en la principal, desde donde descenderían al campo base por la ruta normal. Y todo ello, fieles a su filosofía, sin oxígeno artificial, ni la ayuda de porteadores de altura ni instalando previamente campamentos de altura.
El encadenamiento de las tres cumbres sólo se ha conseguido una vez en la historia: lo hicieron los geniales polacos Kukuczka y Kurtyka en 1984. En su caso, ellos ascendieron por el espolón noroeste hasta la cumbre norte, desde donde realizaron la travesía. Entonces se convirtió, y lo sigue siendo, en una de las actividades más audaces e innovadoras realizadas nunca en un ‘ochomil’. Tardaron cuatro días en completarla. En el siguiente gráfico podéis ver tanto el itinerario que siguieron los polacos, como la primera ascensión a la cumbre principal (Buhl, 1957) y la ruta prevista por Iñurrategi, Vallejo y Zabalza.
Foto: Atardecer en las tres cumbres del Broad Peak (la del fondo es la principal), desde el campo base del K2. (F. J. Pérez).