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A 4.200 metros y bendecidos por el lama Loghi

Seguimos subiendo. Hoy hemos llegado a Pheriche, que está a 4.200 metros . La altitud se empieza a notar. En todo. Primero en el paisaje. Hemos salido de Tengboche entre árboles y con unas vistas espectaculares del Ama Dablam y hemos llegado a Pheriche rodeados de un secarral, donde la vegetación se limita a algún que otro arbusto. Luego en nuestras condiciones físicas. Hasta ahora todo va bien. El ‘doc’ está muy contento con el comportamiento de todos, pero la altitud se deja notar. Hoy ha aparecido el primer dolor de cabeza en el grupo. Normal a esta altitud, en la que ya hay que empezar a pensar dos veces los movimientos. Y de hacer una carrera ni os cuento. Pero bueno, todo dentro de la lógica de la aclimatación.

Precisamente, para mejorarla, mañana nos quedaremos aquí todo el día. No hay que olvidar que esta altitud es a la que se encuentran la mayoría de los campos base de los ‘ochomiles’ que existen, mientras que en el Everest está 1.100 metros por encima, a 5.300 m. Pheriche está en medio de la nada. Es una calle sin asfaltar repleta de lodges a los lados. Cuesta creer que aquí viva gente tdo el año.

La jornada de hoy ha sido muy entretenida. Al final, la nevada de ayer a la noche no fue muy copiosa, pero suficiente para dejar el paisaje cubierto de una fina capa de nieve que, sin entorpecer la marcha, dejó un paisaje repleto de postales, como el bosque de rododendros que hemos atravesado al poco de partir de Tengboche.

La primera parada del día ha sido en Pangboche, para recibir las bendiciones del lama Loghi. La ceremonia ha sido sencilla y se ha desarrollado en la misma casa del sacerdote, cuyo estado de salud es bastante delicado, como hemos podido comprobar los presentes con los numerosos esputos que ha soltado. El alpinista se arrodilla ante el lama, quien le impone la kata (una especie de fular de gasa) y un cordel que anuda al cuello, tras lo cual, y mientras pronuncia una oración, junta su cabeza con la del bendecido. Todo ello, por supuesto, previo pago de la voluntad por parte del interesado. La ceremonia estaba en principio reservada a los alpinistas y los sherpas, pero finalmente quedó abierta a todos los presentes con el único requisito previo de realizar la aportación económica voluntaria.

Sin embargo, a algunos la ceremonia le ha parecido corta por lo que se le ha solicitado al lama que entonase unos cánticos. ¡En buena hora! Una hora después y helados de frío, el lama ha concluido sus rezos y hemos podido reanudar la marcha. Luego hemos parado a comer en Shomare una sopa de verduras con fideos, la tradicional ‘rara soup’ que nos ha entonado el cuerpo después del frío que hemos pasado desde la salida de Thengboche. El tramo final de la etapa ha sido una suave subida (no tanto por la altitud) hasta un collado a 4.300 metros, antes de bajar a Pheriche, cien metros más abajo. En total 10 kilómetros.

Caminando por el bosque de rododendros nevado.

De marcha, con el siempre espectacular Ama Dablam omnipresente.

Jangbu, uno de los sherpas de la expedición ,recibe la bendición del lama Loghi.

La ‘rara soup’, una de las comidas tradicionales en el valle deKhumbu.

Paisaje a 4.300 metros de altura, cerca de Pheriche.

Por Fernando J. Pérez e Iñigo Muñoyerro

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